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diciembre 11, 2017

Jim Hall en la memoria del jazz



El legendario  Jim Hall desarrolló un sonido único a la vez que mostró una innovadora perspectiva desde la cual encarar la guitarra eléctrica. influenciado más por saxofonistas como Sonny Rollins, Coleman Hawkins o Lester Young que por otros guitarristas.

Hace cuatro años, en esta fecha, seis días después de su cumpleaños, Hall fallecía a los 83 años, convertido en uno de los más influyentes, creativos y admirados gigantes de la guitarra en el jazz, luego de disfrutar de una larga, extraordinaria e incansable vida musical, en la que se mantuvo activo hasta sus últimos días-

En los años 60, ya en Nueva York, Jim Hall organizó un trío con Tommy Flanagan y Ron Carter, al que reemplazó con Red Mitchell pocos años después. También tocó y arregló música para shows de televisión por esos días.

En 1962 grabó con Bill Evans, a dúo, el célebre álbum Undercurrant, que se ha transformado en un disco de colección.

A partir de esa época Hall tocó con más y más músicos contemporáneos que iban surgiendo en la escena del jazz, incluidos Wayne Shorter, Chris Potter, Michel Petrucciani y Bill Frisell. Presentó festivales de jazz en Nueva York, que incluían a los guitarristas  Pat Metheny y John Scofield, con quienes también tocó.

Grabó álbumes solo y a fines de los 90 estaba tocando en quinteto con Joe Lovano. Continuó participando en festivales de jazz hasta muy poco antes de su muerte y su última grabación la hizo en el año 2008.

Jim Hall es hoy un hito en la historia del jazz en general y de la guitarra en particular; su legado puede sentirse en cada nota tocada por John Scofield, Pat Metheny, Bill Frisell y en cualquier músico que haga de la austeridad y la libertad sus banderas.


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Es Dios

"Esa lengua de fuego se abría despiadada, como urdiendo en el alma y buscando donde cabalgar. Resoplaba fuerte, escrutaba el ojo, mordía la mente y ondeaba su calor, como haciéndonos sentir que somos una miniatura, una milmilésima parte del universo. Esa lengua de fuego, creación al fin, es lo mismo que la hoja, que la piedra, que el agua, que el ave, que la hierba. Es Dios".

La compuerta de la vida

"A veces, casi inerme, entrebusco la fórmula de la vida, y encuentro una melodía que me exige respirar, profundo, restituyéndome la fe en el futuro. Sólo Dios abre la compuerta de la vida, y la música es el compás de espera a la perfección, el estadío más emocionante del ser humano".

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