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julio 01, 2017

Recordando el minimalismo de Shirley Horn




Shirley Horn fue una pianista y vocalista de jazz norteamericana nacida en Washington D.C., EEUU, el 1 de mayo de 1934 y fallecida el 20 de octubre de 2005 en la misma ciudad. Horn se caracterizó siempre por la profundidad de sus interpretaciones y su estilo íntimo y minimalista.

De los más de dos decenas de álbumes que ha editado, al menos media docena de ellos ha sido escogida para optar a los premios Grammy como Mejor vocalista de Jazz. De ellos son de destacar Paris, Light Out of Darkness -disco homenaje a Ray Charles-, I Love You, The Main Ingredient -enorme disco grabado en cinco días, para el que invitó a su casa a media docena de músicos, entre los que se encontraban el saxofonista Joe Henderson, el batería Elvin Jones y el trompetista Roy Hargrove; mientras cocinaba para ellos, les invitaba a extensas y relajadas jam sessions. Un álbum especialmente emotivo es I remember Miles, homenaje a su mentor Mr. Davis (mcnbiografias.com).

Cuando Shirley Horn cantaba, era capaz de cambiar nuestra manera de escuchar una canción. Fue una de las últimas grandes damas del jazz vocal de siempre, el imperecedero, que sabía crear de una forma magistral y sutil una sensación de intimidad con el público. Fue reconocida en muchos ámbitos como la mejor cantante-pianista desde Nat King Cole, demostrando en todo momento una gran capacidad para combinar melodías y letras y para sacar todo el jugo a los standards inmortales.  


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Es Dios

"Esa lengua de fuego se abría despiadada, como urdiendo en el alma y buscando donde cabalgar. Resoplaba fuerte, escrutaba el ojo, mordía la mente y ondeaba su calor, como haciéndonos sentir que somos una miniatura, una milmilésima parte del universo. Esa lengua de fuego, creación al fin, es lo mismo que la hoja, que la piedra, que el agua, que el ave, que la hierba. Es Dios".

La compuerta de la vida

"A veces, casi inerme, entrebusco la fórmula de la vida, y encuentro una melodía que me exige respirar, profundo, restituyéndome la fe en el futuro. Sólo Dios abre la compuerta de la vida, y la música es el compás de espera a la perfección, el estadío más emocionante del ser humano".

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