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julio 31, 2016

El impactante jazz flamenco de Antonio Lizana




Pocos músicos transitan del jazz al flamenco, y del flamenco al jazz, con tanta inquietud y naturalidad como Antonio Lizana, joven saxofonista y cantaor de Cádiz con un currículum que incluye colaboraciones con el Afro-Latin Jazz Orchestra de Arturo O´Farrill (Grammy incluido) y alianzas con Raimundo Amador, José Mercé y Chambao, entre muchos otros.

Antonio Lizana comenzó los estudios de saxo a los 10 años, en el conservatorio de San Fernando (Cádiz), y tuvo sus primeros contactos con el jazz en varios seminarios del género impartidos por Jerry Bergonzi, Dick Oatts, Jim Snidero o Perico Sambeat. En 2011 finalizó los estudios superiores de Jazz en el centro Superior de música del País Vasco, donde nació su propio proyecto, Antonio Lizana Group.

Galardonado con el premio Cádiz Joven en el campo del arte, como reconocimiento a su proyección, ha participado con la Afrodisian Orchestra de Miguel Blanco (Satierismos 2011), donde interviene como saxofonista, arreglista y cantaor. También ha colaborado en el último disco de la Big Band de Arturo O’Farrill, con sede en Nueva York, en calidad de saxofonista, cantaor y arreglista, siendo este trabajo ganador del Grammy al mejor disco de latín jazz instrumental. Con esta big band ha compartido escenario con los hermanos Andy y Jerry González, Dave Valentin, Papo Vázquez, Pablo Mayor, Cristina Pato, Ximo Tévar o Gregg Agust, entre otros.



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Es Dios

"Esa lengua de fuego se abría despiadada, como urdiendo en el alma y buscando donde cabalgar. Resoplaba fuerte, escrutaba el ojo, mordía la mente y ondeaba su calor, como haciéndonos sentir que somos una miniatura, una milmilésima parte del universo. Esa lengua de fuego, creación al fin, es lo mismo que la hoja, que la piedra, que el agua, que el ave, que la hierba. Es Dios".

La compuerta de la vida

"A veces, casi inerme, entrebusco la fórmula de la vida, y encuentro una melodía que me exige respirar, profundo, restituyéndome la fe en el futuro. Sólo Dios abre la compuerta de la vida, y la música es el compás de espera a la perfección, el estadío más emocionante del ser humano".

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