Arturo O'Farrill nació en Ciudad de México, el 22 de junio de 1960, hijo de Lupe Valero y de Chico O'Farrill, uno de los grandes compositores y trompetistas de jazz de La Habana, Cuba. La familia vivió en México hasta 1965, cuando se mudó a la ciudad de Nueva York, Allí, su padre, Chico, trabajó como director musical para el programa Festival of Lively Arts, de la CBS, donde forjó su relación con grandes músicos de jazz de la época como Count Basie, Dizzy Gillespie, Gerry Mulligan y Stan Getz. Sin embargo, Chicho también trabajó con muchos artistas de la música latina como Tito Puente, Machito, Celia Cruz y La Lupe, quienes, para su hijo Arturo, lo condujeron a una educación con una variada identidad cultural.
Egresado del Conservatorio de Música de Brooklyn con honores, y del Instituto de Música Aaron Copland de Queens, Arturo siempre huyó del estilo musical de su padre: escuchaba con sumo interés a los pianistas Bud Powell y Chick Corea. La compositora, pianista y conductora Carla Bley lo escucha y lo recluta para su Big Band del Carnegie Hall. Más tarde lo veremos colaborando con Dizzy Gillespie, Howard Johnson, Steve Turre, Papo Vázquez o Lester Bowie. Director musical de Harry Belafonte, y pianista y director musical de la Big Band de su padre, Chico O’Farrill Afro Cuban Jazz Orchestra.
Tras la muerte del autor de “Trumpe Fantasy” (tema que Chico compuso en 1995 para Wynton Marsalis) se convirtió en líder de la agrupación fundada por su progenitor. Algunas colaboraciones infructuosas con Marsalis/Jazz Lincoln Center para tocar jazz latino lo inducen a formar la Orquesta Afro Latin Jazz (ALJO) con auspicio de Jazz Lincoln Center hasta 2007.
Es su haber tiene trabajos como Línea de sangre (1999), A Night in Tunisia (2000), Cumana (2004), Una noche inolvidable (2005), Canción para Chico (2008), 40 acres y un Burro (2011), Las sesiones de Noguchi (2012), Final Night en Birdland (2013), siete placas suscritas en los legados de Mario Bauzá/Chico O’Farrill con planteamientos novedosos y fonética que recuerda matices de Count Basie y, por momentos, a Duke Ellington; tres discos con Chico O’Farrill: Pure Emotion (1995), Heart of a Legend (1999) y Carambola (2000) y una colaboración con Bebo Valdés: Chico & Rita (2011).
Es su haber tiene trabajos como Línea de sangre (1999), A Night in Tunisia (2000), Cumana (2004), Una noche inolvidable (2005), Canción para Chico (2008), 40 acres y un Burro (2011), Las sesiones de Noguchi (2012), Final Night en Birdland (2013), siete placas suscritas en los legados de Mario Bauzá/Chico O’Farrill con planteamientos novedosos y fonética que recuerda matices de Count Basie y, por momentos, a Duke Ellington; tres discos con Chico O’Farrill: Pure Emotion (1995), Heart of a Legend (1999) y Carambola (2000) y una colaboración con Bebo Valdés: Chico & Rita (2011).
Aparece The Offense Of The Drum/Arturo O’Farrill & The Afro Latin Jazz Orchestra (Motema Music, 2014), que subraya las inquietudes de este pianista mexicano-estadunidense (con raíces cubana e irlandesa por parte paterna) de conformar un jazz panamericano que sobrepasa y enriquece los esquemas del cubop/afrocubano/latin. Formato orquestal de piano, sax (tenor, alto, barítono), 4 trompetas, 3 trombones, bajo, tuba, congas, bongo, campana, batería, percusiones, arpa, taiko drum, maracas, djembe, tornamesa (DJ), acordeón, cajón y voz.
Creado por Hugo Santaromita, comentarista y escritor venezolano de jazz.
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