A estas alturas muchos músicos de jazz la evitan, o la odian, o no la incluyen en sus repertorios. Y la razón no es que sea una composición mala, simple o trivial, sino que --por el contrario-- ha sido tan amplia y desmedidamente interpretada a través de los años, que "se quemó". Es similar al caso de Summertime, que ha tenido tantas interpretaciones y se ha improvisado tanto sobre él, que ha "cansado" a los músicos.
La Chica de Ipanema es una de las numerosas composiciones geniales de Antonio Carlos Jobim y posiblemente la de mayor éxito comercial (otro aspecto negativo para los jazzistas). Fue el tema que abrió las puertas a la Bossa Nova y del "jazz samba" en los EEUU y en el mundo entero en 1962, en la interpretación de Stan Getz con Astrud Gilberto y Joao Gilberto, versión que ha vendido millones de discos en cinco décadas. Pero también se incorporó al repertorio de Ella Fitzgerald, Frank Sinatra, Amy Winehouse, la orquesta de Count Basie y otras, así como de un sinnúmero de músicos de jazz a través de los años.
El origen de cómo se inspiraron Jobim para la música y Vinicius De Moraes para la letra, al observar a una joven bañista en la playa de Ipanema, ha sido descrito también hasta el cansancio. Pero lo importante es que, comercial o no, esta composición ha sido una de las principales que el jazz adoptó de la producción de bossa-nova de los años 60 y, les guste o no a los improvisadores creativos, quedó entronizada en la historia del jazz contemporáneo. Como muchas otras de Tom Jobim.
En el video de abajo vemos y escuchamos a los gigantes del jazz Herbie Hancock, Joe Henderson, Ron Carter, Gonzalo Rubalcaba, Alex Acuña, Jon Hendricks y Gal Costa, entre otros, tocando e improvisando con el propio Antonio Carlos Jobim, en un tributo que se le hizo en 2002 y quien, en ciertos momentos, canta compases de "Take The A Train", que coinciden con la armonía de su famosa composición:
Creado por Hugo Santaromita, comentarista y escritor venezolano de jazz.