
En 2003, el pianista panameño Danilo Pérez emprendió una iniciativa por la que muchos no apostaban ni un centésimo: realizar un festival de jazz anual en Panamá. El proyecto fue calificado como una aventura incierta, irreal, que como mucho duraría un año o dos y fin de la historia.
Hoy, los pesimistas se tragan sus palabras, no tienen de otra. El Panama Jazz Festival cumple su séptima versión y se realizará del 11 al 16 de enero, precedido por la estela que han dejado los legendarios artistas que por sus tarimas han pasado, la buena música y las oportunidades otorgadas a jóvenes músicos a través de becas para estudiar en el exterior.
El propio Danilo admite estar asombrado por cómo ha crecido el festival. La asistencia refleja el buen paso. En 2003 participaron unas 8 mil personas y el año pasado lo hicieron 19 mil 500, incluyendo dos conciertos a casa llena en el Teatro Anayansi para ver y escuchar a Chucho Valdés y Wayne Shorter.
En sus seis años de vida, el festival de jazz ha convocado a unas 85 mil personas. Pero, aclara, este progreso implica más responsabilidades, que recaen sobre un núcleo no mayor de 10 personas que organizan el festival, más 50 voluntarios. “Es mucho peso”, dice, en voz baja.
Además, producir la actividad conlleva un gasto muy superior al medio millón de dólares, añade. No obstante, esta cita con el jazz sigue adelante y esta vez contará con los talentos de Ellis Marsalis, Dee Dee Bridgewater y Joe Lovano (en la foto), entre otros, fuera de los talleres artísticos, audiciones para becas y conciertos familiares. Toda esta agenda de actividades ayuda a que se cumpla un fin social y el disfrute de la música.
Blog creado por Hugo Santaromita, comentarista y escritor venezolano de jazz.
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